Costo del Espectro en México: Desincentivos, Pérdidas y Lecciones
México mantiene uno de los regímenes más caros por el espectro del mundo, lo que limita el despliegue, cobertura y calidad de los servicios
Las tarifas anuales representan hasta más del doble del costo total del espectro con respecto a referentes internacionales, mientras que en Latinoamérica son solo el 20%
El régimen recaudatorio actual se ha traducido en menores ingresos por el pago de derechos del espectro, al registrar una disminución de $19,980 mdp en 2019 a $16,776 mdp en 2024
La evidencia internacional comparada demuestra que reducir o compensar las tarifas anuales incentiva el despliegue, impulsa la cobertura de los servicios, mejora la competencia y fortalece la base fiscal en el largo plazo
México debe adoptar una estrategia dual: reducir nominalmente los derechos anuales, como en la India o el Reino Unido, y establecer un esquema de descuentos o compensaciones por el ejercicio de inversiones, inspirado principalmente en el caso de Brasil
El espectro radioeléctrico es un insumo esencial para el desarrollo de las telecomunicaciones móviles y, consecuentemente, para la conectividad universal y la transformación digital.
No obstante, su aprovechamiento óptimo depende de una gestión eficiente y asequible. Cuando las tarifas por su uso son excesivas, la tenencia del espectro se convierte en un obstáculo para desplegar nuevas redes, alcanzar una mayor cobertura y mejorar la calidad de los servicios.
México ejemplifica esta paradoja: mantiene uno de los regímenes más caros del mundo, con tarifas anuales desproporcionadas que han generado devoluciones de frecuencias, pérdidas fiscales y desincentivos a participar a nuevas licitaciones.
Frente a ello, experiencias internacionales —como las de India, Reino Unido, Croacia, Nueva Zelanda, Australia, Brasil, Colombia y Perú— ofrecen rutas comprobadas y complementarias para revertir el escenario de parálisis en el ejercicio de inversiones y alinear la política fiscal espectral con los objetivos de inclusión y transformación digital.
Efectos del Sobreprecio por el Espectro
De acuerdo con diversos análisis comparativos a nivel internacional, Mexico registra uno de los costos anuales más elevados del mundo, con tarifas que llegan a representar más del doble del costo total del espectro radioeléctrico, mientras que en el promedio de Latinoamérica esta razón es de apenas 20%, de acuerdo con la GSMA.
Precisamente, la GSMA advierte que, si los costos del espectro se hubieran alineado con los niveles internacionales, cinco millones más de personas contarían hoy con cobertura 4G y las velocidades de descarga serían 32% superiores. Además, México se encuentra rezagado en cantidad total de espectro asignado, al contar con 562 MHz, frente al nivel recomendado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de al menos 1,280 MHz, resultado directo del régimen oneroso de derechos anuales.
Asimismo, el desproporcionado precio del espectro presiona al alza los requerimientos para el despliegue de infraestructura y consecuentemente, la estructura de costos de los operadores de telecomunicaciones, quienes a su vez han mantenido e incluso reducido ligeramente los precios de los servicios en años recientes.
Tanto la OCDE como el ya extinto IFT coinciden en que los derechos anuales fijados por la Ley Federal de Derechos (LFD) encarecen artificialmente el espectro y distorsionan los costos estructurales de los operadores, provocando la devolución de frecuencias y la pérdida de incentivos para participar en nuevas licitaciones. Consecuentemente, se ha mermado tanto la cobertura y calidad de los servicios móviles como la recaudación por este recurso.
Devoluciones de Espectro y Pérdidas Fiscales
El régimen recaudatorio aplicado al espectro ha generado un efecto inverso al esperado.
Los ingresos por el pago de derechos anuales disminuyeron de $19,980 millones de pesos (mdp) en 2019 a $16,776 mdp en 2024, y podrían caer por debajo de los $9,300 mdp. Esto último, bajo el escenario en el que solo el Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEP-T), Telcel, fuese el único jugador que pudiera continuar pagando por el espectro.
Estimación de la Evolución de la Recaudación por Concepto de Derechos*
La devolución de Telefónica Movistar todo su espectro, las devoluciones parciales de AT&T de diversas frecuencias, la escasa participación en la licitación IFT-10 (2021), así como el desinterés en futuras licitaciones, confirman la insostenibilidad del modelo actual.
De acuerdo con estimaciones del IFT, se ha dejado de recaudar un total de $18,712 mdp, entre 2019 y 2024, resultado de las devoluciones del espectro.
Lecciones Internacionales: Rutas para Reactivar la Inversión e Impulsar la Cobertura
La experiencia internacional ha puesto a prueba dos vías para detonar la inversión en infraestructura, acelerar la cobertura de las redes y sostener la recaudación por la vía del crecimiento del sector: la reducción nominal de los costos anuales del espectro y los descuentos o compensaciones por el ejercicio de inversiones.
Ambos modelos son conducentes y complementarios para dejar atrás el régimen oneroso y gravoso por el espectro radioeléctrico y no resultarán en una pérdida de ingresos fiscales, sino que se incrementarán en el mediano plazo por la vía del desarrollo de las redes y el crecimiento sectorial.
Reducción Nominal de los Derechos Anuales
Diversos países del mundo han implementado reducciones directas en las tarifas anuales del espectro, al reconocer que un precio razonable impulsa la inversión y no compromete la recaudación.
En Reino Unido, el órgano regulador sectorial Ofcom, tras un proceso de consulta pública, redujo 26% las licencias anuales por el espectro o Annual Licence Fees (ALF) para las bandas de 900 MHz y 1800 MHz (de £325 m a £265 m anuales), en julio de 2025. De acuerdo con el organismo, los precios anteriores “sobreestimaban el valor económico del espectro y limitaban la inversión en cobertura”.
En India, desde 2021, se eliminó el Spectrum Usage Charge (SUC) o las cuotas anuales por el uso del espectro para nuevas licencias, reduciendo la carga fiscal y simplificando el régimen de pagos al erario. Esta medida impulsó la mayor subasta 5G en la historia del país, con plena participación de operadores y el despliegue de redes de nueva generación.
En Croacia, en 2017, se redujeron en una tercera parte las tarifas por el uso de frecuencias del espectro para incentivar el despliegue de 5G y la provisión de servicios móviles. Posteriormente, en 2018, se redujeron los niveles un 50% adicional para llegar a los fijados en 2014, adicionalmente, se abolieron las tarifas únicas para adquirir una nueva banda de frecuencias.
En Nueva Zelanda, en 2018, el Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo (MBIE, por sus siglas en inglés) redujo por debajo de costos las tarifas por el uso del espectro, puesto que la estructura anterior “no reflejaba el costo de administración del espectro”. Posteriormente, se registró un incremento significativo en el número de licencias activas.
En Australia, el regulador realizó una revisión de los precios del espectro que llevó a una reducción de tarifas en 2021 en bandas superiores a 5 GHz, ajustando los cobros a la baja conforme al rango de frecuencia, así como realizó ajustes al modelo de fijación de alza de tarifas con base en la inflación, reemplazándolo por uno que se ajuste a los cambios en la demanda de servicios por el incremento poblacional de cada área geográfica.
En síntesis, estos países muestran que las reducciones nominales de tarifas por el uso del espectro generan más inversión, más cobertura y sostenibilidad fiscal al detonar el desarrollo de los operadores y fomentar la competencia.
Descuentos o Compensaciones por Inversiones
Una segunda vía combina incentivos fiscales con compromisos verificables de infraestructura. En estos casos, el pago por derechos del espectro se sustituye o se deduce con base en las inversiones que los operadores realizan en cobertura y redes.
En Brasil, la licitación de frecuencias de 5G de 2021 sustituyó los pagos monetarios por obligaciones de inversión. Estos compromisos incluyeron dotar de conectividad 4G y 5G en más de 7,000 localidades y 2,350 tramos de carreteras federales, con resultados anticipados en el despliegue de 5G al alcanzar una cobertura de 63.6%, al mes de agosto de 2025.
En Colombia, la subasta de frecuencias en las bandas de 700, 1,900 y 2500 MHz de 2019 permitió sustituir parte de la contraprestación periódica por obligaciones de cobertura en 3,658 localidades rurales, zonas con población vulnerable o zonas apartadas del país, orientadas al cierre de la brecha digital.
En Perú, bajo el esquema de “Canon por Cobertura”, los operadores pueden deducir parte del canon anual mediante proyectos de infraestructura en zonas rurales previamente aprobadas. De acuerdo con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), “desde el inicio de la estrategia, en 2018, hasta el primer semestre de 2025, el mecanismo ha permitido conectar con servicios móviles 3G y 4G a más de 212,000 ciudadanos en 1,090 localidades rurales”.
Este modelo de descuento o compensación por el ejercicio de inversiones permite transformar las obligaciones fiscales en capital físico e infraestructura pública, generando retornos económicos y sociales superiores.
El esquema impuesto por Brasil en su comparativo con los casos de Columbia y Perú da muestra de que esta medida puede escalarse más allá de lo rural, no sólo priorizando la inclusión y el acceso universal, sino también estableciendo objetivos que abarquen todo el territorio nacional, incluyendo zonas urbanas, suburbanas e industriales, con miras a impulsar la productividad y modernización económica.
Un Nuevo Modelo Recaudatorio por el Espectro en México
El modelo mexicano de espectro, centrado en la recaudación inmediata, ha generado efectos adversos: menos inversión, menor cobertura y una reducción en los ingresos del erario.
En cambio, la evidencia internacional comparada demuestra que reducir o compensar las tarifas anuales incentiva el despliegue, impulsa la cobertura de los servicios, mejora la competencia y fortalece la base fiscal en el largo plazo.
México debe adoptar una estrategia dual:
Reducir nominalmente los derechos anuales, siguiendo los precedentes de India, Reino Unido, Croacia, Nueva Zelanda y Australia, y
Establecer un esquema de descuentos o compensaciones por el ejercicio de inversiones, inspirado principalmente en el caso de Brasil, yendo más allá de objetivos rurales como en los casos de Colombia y Perú, sino con obligaciones que comprometan hitos de cobertura en todo el territorio nacional.
El objetivo no es recaudar menos, sino recaudar mejor, vinculando el uso del espectro con resultados tangibles en materia de conectividad y desarrollo sectorial. Sólo así nuestro país podrá romper el esquema de sobrecosto, subinversión y desincentivos a participar en las licitaciones, y así transformar el espectro en un instrumento de crecimiento, inclusión y transformación digital.
En suma, menos costo fiscal por MHz puede significar más conectividad, más inversión y, a la larga, una mayor recaudación.